El preso político cubano Yasmani González se encuentra aislado y con las llamadas telefónicas restringidas en la prisión Combinado del Este, en La Habana, debido a un brote de hepatitis que afecta a gran parte del penal.
Su esposa, Elsa Ramos, dijo a Martí Noticias que la situación en la cárcel es precaria. “La comida es muy mala. Hay gente que llora de hambre. Es un vasito de comida lo que les dan”, aseguró.
“En estos momentos están aislados porque casi todo el Combinado tiene hepatitis. Donde él está todavía no hay casos, y por eso lo tienen confinado con más restricciones, para evitar contagios. Eso incluye menos acceso al teléfono y otras limitaciones”, explicó la mujer a nuestra redacción.
González, de 32 años, fue detenido en abril de 2023 por pintar un grafiti contra el gobierno en la Facultad de Física de la Universidad de La Habana. El joven cumple una condena de cuatro años por el delito de “propaganda contra el orden constitucional”.
La situación del activista se ha visto agravada por amenazas recientes por parte de la Seguridad del Estado. Según contó su esposa, el pasado 1 de mayo agentes del régimen lo visitaron en la cárcel para intimidarlo. “Fueron a advertirle que no hiciera nada, que estuviera tranquilo. Le dijeron que habían metido preso a José Daniel Ferrer, y que mirara lo que le pasó, que lo volvieron a encerrar”, relató.
A pesar de haber cumplido ya dos años de su condena, se le negó el pase a un régimen de mínima severidad. Su situación física es preocupante, advirtió. “Ha perdido casi todos los dientes, tiene flemones y fuertes dolores de muelas. Solo una vez lo llevaron al médico y le prometieron tratamiento, pero no le hicieron nada”.
La esposa del preso político alertó sobre el riesgo que representa para su esposo permanecer en el Combinado del Este. “Esa prisión no solo tiene hepatitis, también tiene tuberculosis y muchas otras enfermedades. Las condiciones higiénicas son pésimas. No hay alimentación ni medicamentos. Están hacinados porque por el problema del químico meten gente todos los días, y ya no cabe ni un alfiler allí”, dijo.
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