Cristianos cubanos alertaron esta semana a la comunidad internacional sobre la “profunda crisis política, económica, social y espiritual” que atraviesa la isla, así como las severas restricciones a la libertad religiosa.
“La situación afecta y agobia a millones de compatriotas”, afirmó la Alianza de Cristianos de Cuba en un comunicado.Citando datos del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, la organización señaló que el 89% de las familias del país viven en condiciones de extrema pobreza.
Los firmantes expresaron preocupación por la represión creciente contra quienes ejercen sus derechos. “La existencia de al menos 762 presos políticos y de conciencia es el ejemplo más hiriente —aunque no el único— de tanta injusticia”, señalaron.
La alianza denunció además “la violencia en los barrios, el auge del crimen, la prostitución, las drogas y la corrupción” como síntomas del deterioro social.
"Estamos especialmente preocupados también por los crecientes niveles de violencia que afectan nuestros barrios... En este contexto, en el que más el pueblo necesita de sus Iglesias y pastores, la libertad religiosa continúa seriamente afectada, muy en contradicción con el proclamado carácter laico del Estado cubano", alertaron.
Asimismo, señalaron "la confiscación de propiedades, la demolición de lugares de cultos, las amenazas, la regulación de viaje a líderes religiosos, las acotaciones de importaciones, las trabas a un servicio social total para ayudar, las prohibiciones o impedimentos para acompañar y consolar a nuestro sufrido país en hospitales, hogares de ancianos y de niños sin amparo filial, prisiones, escuelas, institutos, universidades, equipos deportivos, ejército; y otras muchas medidas más, son muestra de la oposición, confrontación y persecución que sufre actualmente la iglesia".
En 2024, se registraron 996 acciones represivas contra líderes religiosos, según la alianza, que pidió a gobiernos democráticos exigir al régimen cubano el respeto a las libertades religiosas.
“Cuando pedimos esto no lo hacemos en nuestro propio beneficio sino en el del pueblo cubano, necesitado de labor pastoral, profética y asistencial de nuestras iglesias”, concluyó el texto, firmado por 63 miembros del grupo y testigos que se reunieron en la ciudad de Camagüey.
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